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Fobia Social: qué es y cómo se trata

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Para la mayoría de las personas, un cierto grado de ansiedad es más la norma que la excepción. Muy pocas personas se encuentran sin ansiedad cuando dan una charla, hacen un examen final oral o coinciden con gente desconocida en una fiesta. A algunas personas, estas situaciones sociales les provocan sentimientos y temores desmedidos, que trascienden un simple nerviosismo. Suelen ponerse tan ansiosos, ante la posibilidad de ser criticados o hacer el ridículo en público, que su vida se convierte en un sufrimiento. Estos individuos padecen Trastorno de Ansiedad Social. Antes de profundizar en este trastorno vamos a ver en qué consiste la ansiedad.

La ansiedad es una emoción común a todos los seres humanos, está presente durante  toda la vida y es muy importante para la supervivencia, se activa cuando se percibe una amenaza o peligro y nos prepara para la lucha o huida. Por lo tanto, su finalidad es adaptativa generando protección frente a posibles peligros. Pero dicha ansiedad también puede generar un importante sufrimiento psicológico. El problema surge cuando la ansiedad aparece ante un peligro que no es real, o bien, cuando su intensidad, duración y frecuencia son superiores con relación a la causa que la originó.

¿Qué es el trastorno de ansiedad social?

Se le conoce más comúnmente como fobia social y consiste en  miedo o ansiedad intensa y desproporcionada en una o más situaciones sociales por estar expuesto a la posible evaluación negativa de los demás. Temen actuar de un modo que sea humillante o embarazoso o que los demás noten su ansiedad. Algunos ejemplos son las interacciones sociales como mantener una conversación, ser observado mientras come y actuar delante de otras personas. Tiene una duración de 6 meses o más.

Este miedo o ansiedad son desproporcionados a la amenaza real. Las situaciones sociales se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensa. El miedo, la ansiedad o evitación causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

fobia social 1.jpgNo se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (droga o medicamento) ni a otra enfermedad médica. No se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental.

La persona con trastorno de ansiedad social supone erróneamente que todas las miradas están sobre ella. La ansiedad, al afrontar situaciones temidas, puede tomar forma de ataques de pánico, aunque los síntomas son más observables que en el pánico, como rubor, sudor o temblor, entre otros.

La ansiedad social tiene dos variedades; algunas personas presentan fobia social de rendimiento o ejecución, en la que aparece ansiedad cuando se realiza en público una actividad concreta (por ejemplo, hablar por teléfono, comer en un restaurante, tocar un instrumento musical, etc). En el otro extremo están personas que se encuentran ansiosas en una situación que suponga una interacción social (por ejemplo, mantener una conversación con un desconocido en una fiesta, quedar con alguien, telefonear, etc.).

También pueden sufrir de ansiedad anticipatoria ante un evento o situación social. Esto puede crear un círculo vicioso de ansiedad anticipatoria que conduce a un bajo rendimiento (ya sea real o simplemente percibido) en la situación, lo que lleva a una ansiedad aún mayor para situaciones futuras.

Para algunas personas, la fobia social es un problema sólo en determinadas situaciones concretas, sería fobia social específica, mientras que otras tienen síntomas en casi todas las situaciones sociales, sería fobia social generalizada. En ésta, tanto la autoestima, como la asertividad y habilidades sociales se encuentran más afectadas.

En población general se han encontrado cifras más altas de fobia social en las mujeres que en los hombres. Sin embargo, en la clínica, la prevalencia es similar incluso ligeramente más alta en varones, estos son más propenso a buscar tratamiento psicológico.

Por lo general suele comenzar en la adolescencia, con frecuentes antecedentes de timidez en la infancia. La adolescencia es un periodo crítico, donde se asientan las relaciones sociales con los iguales, están más preocupados por su autoimagen y la imagen que proyectan a los demás, junto con el fuerte deseo de ser aceptado y pertenecer al grupo de amigos o iniciar y mantener relaciones personales íntimas, pero estas situaciones sociales implican evaluaciones por parte de los demás ante las que puede responderse con ansiedad. Frecuentemente, los adolescentes temen una evaluación negativa y aquellos más vulnerables al estrés pueden manifestar ansiedad y evitar las situaciones sociales. La situación social que más se teme es hablar en público.

El trastorno de ansiedad social es a menudo comórbido con otros trastornos de ansiedad (fobias especificas o agorafobia), trastorno depresivo mayor y sobre todo con los trastornos por consumo de sustancias, en concreto con el alcohol y benzodiacepinas. El alcohollo utilizan para reducir la ansiedad por un lado y por otro les desinhibe y les ayuda a relacionarse e interactuar mejor con los demás. También puede producir adicción a las benzodiacepinasya que reduce la ansiedad en las situaciones sociales.

Es importante saber diferenciar el trastorno de ansiedad social con otros trastornos donde también se eviten situaciones sociales. Algunos ejemplos son; en la depresión, se evita por falta de ganas, porque no disfrutan de las relaciones con los demás o porque no quieren que los demás le pregunte qué le pasa; en una esquizofrenia paranoide, las evita porque piensa que le persiguen y que le van a hacer daño; en la dismorfia corporal, cree que tiene algún defecto en el cuerpo, como una nariz grande y puede pensar que los demás están continuamente fijándose en su nariz y en autismo, tiene falta de interés en las relaciones sociales.

Trastorno de ansiedad social y timidez

Es muy frecuente que la timidez preceda a la fobia social. No hay que confundir estos dos términos. La timidez y la fobia social tienen cosas en común, sin embargo, habitualmente, la timidez es mucho menos agresiva en cuanto a la manifestación de sus síntomas. La timidez se suele dar en la infancia y si se mantiene y no mejora puede dar lugar a la aparición de fobia social en la adolescencia.

En ambos casos se pueden sentir las mismas cosas: ganas de huir, temor, nerviosismo, etc… pero cuando se trata de una fobia social, esos síntomas tan fuertes, hacen que la persona evite exponerse a las situaciones temidas. En cambio una persona tímida, puede pasarlo mal, pero eso no impide que se pueda seguir exponiendo sin que eso dañe su salud.

Tratamiento del trastorno de ansiedad social

La terapia cognitivo conductual es el tratamiento de elección, siendo el componente de exposición a las situaciones sociales temidas el más eficaz. Los principales programas que se utilizan se desarrollan en grupo, ya que este puede ser una fuente que proporcione diversos beneficios. En primer lugar, el grupo ayuda a ver que hay más personas como tú que sufren el mismo problema, ayuda a sentirte comprendido. También sirve para la exposición, es una oportunidad para afrontar las situaciones sociales temidas, se permite la exposición larga y continuada y la oportunidad de crear gran variedad de situaciones. Las técnicas que se utilizan son las siguientes:

  • Psicoeducación: sesiones educativas e informativas sobre el trastorno, en qué consiste, cómo se desarrolla y mantiene, etc.
  • Técnicas de control de ansiedad: se enseñan y utilizan desde el inicio ya que las personas con fobia social tienen una activación de los síntomas de ansiedad elevados y es necesario empezar a reducir esa activación. Las técnicas utilizadas son la relajación progresiva de Jacobson, respiración diafragmática lenta, técnicas de distracción y autoinstruccioes.
  • Entrenamiento en habilidades sociales y asertividad y el entrenamiento en autoestima: en este caso se hacen juntos, tienen una interacción positiva porque cuando la persona mejora su asertividad, se siente mejor y su autoestima mejora y al mismo tiempo eso le anima a poner en práctica habilidades sociales.
  • Exposición gradual en vivo con prevención de respuesta junto a la terapia cognitiva: es el componente más eficaz, ayuda a trabajar de manera simultánea los pensamientos negativos, con respecto a la ejecución de la tarea delante de los demás o la posible evaluación de los otros. Al exponerse y ver que las consecuencias negativas que anticipan no aparecen se desconfirma el pensamiento negativo.
  • Instigar a la persona a ampliar sus círculos sociales. Para que de forma natural tenga que enfrentarse a dichas situaciones sociales. Si le gusta el senderismo, apuntarse a grupos que hagan escapadas al campo, ir a clase de pintura o baile entre otras muchas opciones.

Es importante tener presente que si cumple algunos de los síntomas y criterios comentados y estos son de gravedad e interferencia significativa con su día a día, acuda a un especialista, psiquiatra o psicólogo, para que lleve a cabo una evaluación más profunda, un buen diagnóstico y con ello una intervención temprana y eficaz.

Cristina Pinilla Gómez. Psicóloga Ayudante. Top Psicólogos Granada

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